Cuando nuestros clientes deciden enviarle una petición a una organización, nos aseguramos de que los datos estén encriptados y que el destinatario designado (por ejemplo, el Delegado de Protección de Datos), sea el único con acceso a la información. Ahora, cuando esa organización responde la petición, los datos están encriptados de tal manera que ni siquiera nosotros mismos tenemos acceso a la información: esta se encuentra encriptada con la clave pública del cliente, mientras que su clave privada se aloja en su propio teléfono móvil, al que, desde luego, no tenemos acceso. Adelantamos diferentes protocolos de encriptación para datos en reposo y en tránsito, que se aplican tanto al mensaje como a la capa de transporte. Entre esos sistemas de encriptación se encuentran los siguientes:
Puede encontrar más información al respecto en nuestra Política de seguridad.
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